Cuando uno va a comer en un sitio de comida rápida, lo que espera es llegar, hacer el pedido en la caja, pagar e irse a la mesa ya con la bandeja de comida en las manos, ¿cierto? Al menos eso es lo que uno entiende por el concepto de comida rápida. En todo caso si tu pedido no está listo, la espera no debería prolongarse más de 10 minutos.
Hay desagradables excepciones a esta regla. Ya les cuento.
Por razones de trabajo, lo habitual es que compre mi cena en la feria del Centro Lido. Suelo ir allí porque no cuento con mucho tiempo para cenar. De hecho, yo como en mi puesto de trabajo, con el computador encendido mientras veo lo que transmiten los canales de TV.
En esa corredera, hace un par de meses me provocó comerme una de esas bandejas grasientas (y deliciosas) de pollo Arturo’s y para allá me fui. Mejor que no.
Eran como las 6:50 p.m. y a esa hora, en el Arturo’s del Lido, no tenían pollo preparado. Como me dijeron que tardaría 10 minutos en salir, opté por esperar. Lo malo fue que los 10 minutos se convirtieron en 30, contados por mi reloj. Al final, y ante mi gigantesca cara de trasero, el cajero se disculpó por la demora y me dijo que el pollo ya estaba listo. Otro de los encargados me sirvió la caja, pero me dijo que esperara porque no tenían ensalada y que iban a batirla «ya mismo».
Ahí me les arreché y les pregunté por qué carrizo no tenían la ensalada lista o, al menos, no la preparaban mientras el pollo terminaba de freírse, si ya sabían que no les quedaba y que tenían mi pedido en espera. Les pregunté qué falta de seriedad era esa para con los clientes y les dije que me dieran mi mierda así porque ya había perdido demasiado tiempo y tenía que volver a trabajar. Lo sé debí haberme quedado pero media hora perdida pesaba en mi trabajo.
Total, me comí mi pollo Arturo’s sin ensalada y después de calarme media hora de espera por una comida que debería estar lista apenas uno la pide. NO se echen ese embarque en el Lido, por su propia tranquilidad.
Hay desagradables excepciones a esta regla. Ya les cuento.
Por razones de trabajo, lo habitual es que compre mi cena en la feria del Centro Lido. Suelo ir allí porque no cuento con mucho tiempo para cenar. De hecho, yo como en mi puesto de trabajo, con el computador encendido mientras veo lo que transmiten los canales de TV.
En esa corredera, hace un par de meses me provocó comerme una de esas bandejas grasientas (y deliciosas) de pollo Arturo’s y para allá me fui. Mejor que no.
Eran como las 6:50 p.m. y a esa hora, en el Arturo’s del Lido, no tenían pollo preparado. Como me dijeron que tardaría 10 minutos en salir, opté por esperar. Lo malo fue que los 10 minutos se convirtieron en 30, contados por mi reloj. Al final, y ante mi gigantesca cara de trasero, el cajero se disculpó por la demora y me dijo que el pollo ya estaba listo. Otro de los encargados me sirvió la caja, pero me dijo que esperara porque no tenían ensalada y que iban a batirla «ya mismo».
Ahí me les arreché y les pregunté por qué carrizo no tenían la ensalada lista o, al menos, no la preparaban mientras el pollo terminaba de freírse, si ya sabían que no les quedaba y que tenían mi pedido en espera. Les pregunté qué falta de seriedad era esa para con los clientes y les dije que me dieran mi mierda así porque ya había perdido demasiado tiempo y tenía que volver a trabajar. Lo sé debí haberme quedado pero media hora perdida pesaba en mi trabajo.
Total, me comí mi pollo Arturo’s sin ensalada y después de calarme media hora de espera por una comida que debería estar lista apenas uno la pide. NO se echen ese embarque en el Lido, por su propia tranquilidad.
1 comentarios:
Hay razon para de alguna manera demandar la atencion de este concepto de comida rapida, y la mala atencion y tienes mucha razon se debe que no hay organisacion y mala concordancia, ya que si los establecimientos tienen un generte es por algo, y este debe de preber el trabajo de cada persona en el lugar,asi como el abastecimiento de los consumibles, agilisar el servicio es parte de una buena publicidad.
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